La propuesta para el Centro de Atención Primaria se organiza en un esquema funcional en forma de peine, que permite ubicar las grandes áreas de manera compacta en cada barra y relacionarlas a través de un eje longitudinal donde se sitúan los núcleos de comunicación vertical y las zonas comunes. En planta baja se concentran las áreas de mayor afluencia, en la primera planta las consultas y en la última las zonas de acceso restringido. El edificio se implanta en una parcela llana, con la fachada principal orientada a la Avenida Once de Septiembre y el acceso situado en la esquina con la calle Jaume Balmes, mientras que las fachadas secundarias incorporan mayor permeabilidad y relación con las calles adyacentes. La calidad arquitectónica se basa en dos aspectos clave: la inserción de patios de iluminación y ventilación natural que garantizan luz y confort en consultas, salas de espera y circulaciones, y una envolvente cerámica continua, perforada según las necesidades de luz y privacidad. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, el esquema funcional optimiza recorridos y reduce superficies de circulación, mientras que los patios actúan como cojines bioclimáticos. A nivel pasivo, la construcción racional y una envolvente con cámara ventilada y aislamiento continuo permiten reducir consumos energéticos y garantizar eficiencia a lo largo de todo el ciclo de vida del edificio.