La propuesta sitúa el volumen de la biblioteca junto al nuevo espacio verde. Exteriormente se concibe como una caja compacta que se abre en su punto central de acceso hacia la nueva plaza. Dicho acceso se convierte en el punto de unión entre la zona verde y la biblioteca y, por extensión, con el resto de la ciudad. La nueva plaza se trata de forma unitaria, enfatizando el acceso a la biblioteca y invitando así al ciudadano a entrar. La plaza combina el pavimento duro con zonas de estancia, donde se ubican bancos lineales que acompañan áreas de pavimento blando y vegetación.